Los RAEE son Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, es decir, todos los residuos procedentes de aparatos que utilizan electricidad para su funcionamiento, incluidos todos los componentes y materiales que forman parte del producto cuando se decide desecharlo.
Se dividen en 6 categorías:
- Equipos de intercambio de temperatura
- Pantallas, monitores y equipos con pantallas con una superficie superior a 100 cm2
- Lámparas
- Equipos de gran tamaño
- Equipos pequeños
- Pequeños equipos informáticos y de telecomunicaciones (sin dimensión exterior superior a 50 cm)
Los RAEE también pueden ser de 2 tipos, en función de su origen: los RAEE domésticos, generados por los hogares, y los RAEE profesionales, producidos por empresas y actividades administrativas y económicas.
A partir de agosto de 2018, la legislación prevé un ámbito de aplicación abierto, lo que significa que incluye no solo las categorías anteriores, sino cualquier aparato eléctrico y electrónico que no esté excluido explícitamente..